Todas las noches voy a dormir con la esperanza de verte a la mañana siguiente. Al amanecer, esa esperanza se aferra fuerte a mis huesos, aunque nunca aparescas en el portal.
El olor a tinta azul de la pluma, llena mi nariz de nostalgia, muerdo mis labios para contener las lagrimas.
El ruido de cada motor acelera mis latidos. Hoy, tampoco llegaste.
Octubre 21, 2011.
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