Maldecir mil veces tu nombre, no da descanso a mi alma. Llorar hasta dormir, no cura las heridas del corazon, ni hara que el mundo se enderece.
Correr hasta gastar los pies, esconderse en la nada, no sanan las enfermedades de un poeta romantico, que exige un amor imperfecto.
Octubre, 2011.
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